PLAZA EL BUEN MAESTRO.
El 1927 se inauguró la plaza “El Buen Maestro” gracias a la dedicación de Vicencio Pérez Soto ex Presidente del Estado Zulia. Su nombre proviene de la admiración de Pérez Soto por la labor de su madre, Herenia Soto, quien dedicó su vida a la alfabetización y educación de niños y adultos. Vicencio Pérez Soto, regaló a la ciudad la plaza El Buen Maestro, construida originalmente con calles empedradas, una escalinata para que los lugareños pudieran acceder al balneario del lago, e incluso una caída de agua que utilizaban los niños para recrearse.
La existencia de la plaza El Buen Maestro facilitó el desarrollo del proyecto del tranvía eléctrico en años posteriores, y por ende, el crecimiento de la ciudad. Sin embargo, pasada la bonanza petrolera y en la época de crisis fue descuidada, convirtiéndose en nido de la delincuencia un espacio problemático para sus vecinos y un recuerdo doloroso de lo que había sido en otrora. En el año 2006 en la gestión del alcalde Gian Carlo Di Martino comenzó su recuperación que luego de 11 meses logró se inaugurada y recuperada, es un espacio de recreación y parte de la historia de Maracaibo. La Plaza El Buen Maestro es un espacio histórico que transitamos día a día a veces sin mirar que es un hito en la construcción
de nuestra ciudad.
Hermosa plaza, ubicada al lado del Parque la Marina.
La del Buen
Esta plaza se encuentra ubicada entre la Ave. El Milagro y la terminación de la Ave. Bella Vista, esta bordeada por el por el parque la Marina y por el este un manglar. En 1929 el General Vicencio Pérez Soto, del Zulia, mandó a una plaza en honor al buen maestro, lugar que se convirtió rápidamente en un centro de recreación para la gente de Maracaibo. En la parte había un cafetín y con las obtenidas servirían para premiar al maestro o que alfabetizara más durante el año, dicho premio consistía en una condecoración y cuatro mil bolívares en .
Esta plaza se encuentra ubicada entre la Ave. El Milagro y la terminación de la Ave. Bella Vista, esta bordeada por el por el parque la Marina y por el este un manglar. En 1929 el General Vicencio Pérez Soto, del Zulia, mandó a una plaza en honor al buen maestro, lugar que se convirtió rápidamente en un centro de recreación para la gente de Maracaibo. En la parte había un cafetín y con las obtenidas servirían para premiar al maestro o que alfabetizara más durante el año, dicho premio consistía en una condecoración y cuatro mil bolívares en .
Esta plaza como está a orillas del fue lugar de amarizaje de las líneas de hidroaviones desde 1923, en 1929 la instaló su allí. Como nota curiosa, cuando Charles Limberg visitó Maracaibo en su hidroavión, fue recibido por Vicencio Pérez Soto en la de la plaza de Buen Maestro. El Gian Carlo Di Martino realizó la remodelación de la plaza durante su gestión, criticados por algunos porque la hizo sin la debida y autorización.
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